Hoy la luna se ha levantado de medio
cuerpo
se miraba en la media hoja de mi ventana abierta
a pesar del frío y la suave llovizna
de esa hora.
Era muy agradable sentir entrar el gélido viento,
mas… cuando me levanté a cerrarla…
veo que ella estaba tras unos
barrotes
encarcelada, la observé detenidamente,
entonces pensé que se había quedado
atrapada
sin un amor que la rescate del
intenso frío,
¿Tal vez si dejara volar hasta ella mi
alma para abrazarla?
Porque la otra mitad de mi luna la
tienes tú.
Y… y… yo que desde mi casa te miraba
posado en una nube oscura que pronta
a llorar se pondría.
Y como pensaba… no cesaron los
plañidos de las nubes esa noche,
ni por dos días consecutivos, ¡tanta
era su tristeza y soledad!
que se ha escondido para sollozar su silente
pena.
Con la soledad a cuestas sin tu alma
abrazar
en estas noches de lluvia con la luna
encarcelada.