jueves, 24 de mayo de 2012

Noche


En el nocturno cielo brillaba solitaria
y fiel a mi mirada nos esperábamos cada noche,
te encontrabas más cerca, mucho más.
¡Cuantas veces te esperé contándolas!
Deseando la ventura de una estrella fugaz,
por si ella me concedía que raudo vinieras.
¡De pronto el cielo inundado de estrellas!
En negro y dadivoso telón aterciopelado.
¿Quedaste tal vez prendado de un lucero,
perdido detrás de una pequeña nubecilla?
Aunque cada noche, descienda una estrella sin música
sobre mi frente y me cubra el alma de su luz
no se si te encontraré  entre todas ellas,
absorbido por la negrura de la noche aquella
que me ha dejado sin ti.

Shedar