Hace muchas
noches, muchas,
planté un
árbol frente a mi ventana
desde el
sueño de cada noche,
el acunaba
entre sus fuertes brazos
una noche
sin fin, con su tronco erguido
hacia la
luna, sus escondidas raíces
abonadas con
libertad y sueños de almohada
al anochecer,
las estrellas abrazaban la copa
de mi árbol,
confundiendo sus manos de largos dedos
entre ellas,
llevando mis sueños hasta el alma
de tus ojos,
para vivirlos beso a beso, piel a piel
juntos cada
amanecer, en el refugio de mis sueños.
Shedar