miércoles, 23 de abril de 2014

¡Mmmm Sabores y aromas!

OOOOhhhhhhh tantos aromas que traen a la mente recuerdos, esos que han puesto instantes que han dado color y calor a mi vida.
El olor a  granja me recuerda mi niñez, leche al pie de la vaca, nada como ese sabor fresco, natural a verdadera leche sin aditivos, animales enormes que pastan libres y seguros…al menos como niña así los veía, y su cercanía me asustaba, el olor a establo era impactante a mi nariz, a su vez… acogedor, si… extraña sensación, pienso porque era lo que vivía.
Cuando entraba  a un emporio así le llamaban, había una sección (todo un pasillo) de  semillas y condimentos  aromas fuertes que me envolvían toda, no recuerdo haber tocado nada, pues era tímida y una manito en aquellos sacos aunque limpia, ¡habría sido feísimo!
El aroma a ciudad es triste, pesado, osco, denso, murallas que están pasadas a orines, aunque en ese tiempo no sabia que olor asqueroso era ése, porque la  mala educación  ha ido creciendo, al punto que leí en alguna muralla, (sólo para perros), da vergüenza ajena ¿Por qué los hombres no  aguantan como las mujeres?
Ohhhhhhhhh y la vega o el matadero tenían olores  según  las calles interiores, las de frutas, frescas de inigualables aromas y sabores, que hacían las delicias cuando convidaban un trozo para probarlas, las de verduras, las de semillas, aliños, las carnes, los pescados y mariscos, las flores y plantas, las carnes, gallinas y pollos vivos, pintorescos lugares, donde los gritos de los vendedores (para atraer a la clientela, vendiendo todo fresco), me asustaban, nada tocaba pues no me gustaba ensuciarme las manos, las calles de adoquines generalmente húmedos y resbalosos porque rocían agua a las verduras, produciéndome asco caminar por ellas y lo hacía entonces en punta de pies, en verdad creo que soy muy escrupulosa desde siempre.
Está también la pérgola de las flores, lugar donde encuentras flores muertas para los deudos, gran variedad, hermosas formas y colores, arreglos y aromas dulzones y amargos, que para mí era un tanto desagradable, pues era como si el aroma de los tallos de las flores al cortarlo impregnaran el lugar , más que el mismo aroma de las flores.
También están  aquellos  puestos de café donde el aroma es sensacional, te envuelve y te hace exclamar ¡que rico! Un agradable cambio (podía respirar tranquila allí)
A veces  pasábamos por donde vendían perfumes, en los que pedías los ml. que querías, estaban en frascos de vidrio de diferentes tamaños, algunos muy grandes  aproximados al medio metro, pero ese aroma en conjunto era desagradable a mi olfato, picaba la nariz.
En un segundo piso están los restaurantes donde los mariscos son el plato principal, muchos van a reponerse de alguna fiesta, donde había conversación t ruido de loza, acompañados de música en vivo.
También hay aromas que no he olvidado  que me eran gratos  y que el tiempo se ha llevado esa parte de mi vida, pero recuerdo que me  agradaban, cuando mi nariz recorría palmo a palmo tu piel toda.


Shedar                                  
            





Tal vez, /si te sientas /y te pones en mi lugar/

¿Donde iré si ya no tengo donde ir,
quizás a Dios le de pena
si bellamente no sé escribir?
porque no sé lo que soy o tal vez sí,
porque mi corazón me lo dice
o tal vez no lo entiendo bien,
tal vez a Dios no le importe…
si miles de libros no he leído
y ninguna letra haya escrito,
porque mis pensamientos se han perdido
en alguna página de un libro arrinconado,
o critique mi ignorancia, mi mala ortografía
mi puntuación, mi desconocimiento literario,
esa memoria que en el camino quedó,
aunque por mis ojos cientos de páginas danzaron.
¡Qué le importará de mí!
si parto de la base  que nada fui
o si tendré la oportunidad de ser
a donde iré si no he leído y no soy
a donde iré si tampoco escribo
un texto, una historia, un poema
usando rima, métrica o una creativa metáfora,
tal vez sólo existo en un tiempo del olvido
de la vacuidad, esa que nadie defiende
porque tal vez ni ella existe.
¿Qué me dirá cuando llegue donde no se ir?
Un camino que no sé si es,
me dirá… ¡¡¡no has escrito ni leído!!!
la ausencia de ser… ¿Es un sin pluma sin un libro?
entonces tal vez… nada soy.
¿Acaso un iletrado no existe y no es?
Un vagabundo viajando en líneas blancas.
¡Soy mis experiencias!
aunque nada haya leído, nada o un solo libro o miles de ellos
no me convierten ni hacen lo que soy,
son un aporte, un arpegio de palabras silentes
por eso, solo soy… lo que los ojos abiertos de mi corazón
han vivido, visto y atesorado.
una mujer con pasado y presente como todos
porque el futuro no existe.
Ya que de inmediato es presente.
Éste… en que no sé por qué… tal vez…


Shedar.                      
           

Soñadora

Frágil y soñadora
llena de recuerdos...
quería hacer realidad
ese sueño,
la hora avanzaba lentamente
y refrescaba, 
baja a la playa
sentía el sonido
de los pequeñísimos
granitos de arena
aún tibia bajo sus pies,
dejando por instantes 
alguna huella.
Los enamorados
se besaban y abrazaban
esperando el atardecer,
que parecía
no ser para ella
que sola caminaba.
Con sus callados
sueños de amor…


Shedar                               

Retahila (te llamo)

Te llamo por teléfono
Ring, ring, ring
saltando en un pie.
Ring, ring, ring
tú me contestas.
Ring, ring, ring
cómo está usted.
Ring, ring, ring
sentado en un  caballo.
Ring, ring, ring
esperándote.
Ring, ring, ring
trotando por doquier.
Ring, ring, ring
me llamas por teléfono.
Ring, ring, ring
ven que te llevo al anca.
Ring, ring, ring
por el bosque aquel.
Ring, ring, ring
abrázate a mi espalda.
Ring, ring, ring
que te llamo otra vez.

Shedar                          
                   
                     




Sin luz

El cielo se viste
de estrellas y luceros
ocupan todas ellas cada espacio
del azul manto,
cual de todas más brillante.
El silencio invade
cada rincón por fuera
y dentro de la cabaña,
un grillo canta en la cocina,
todo es oscuridad y silencio.
La vida está detenida,
ni viento corre,
inquietante quietud
que me asombra y da temor.
Nada se escucha
ni el cantar de los pájaros
que parecen dormidos,
y ni un sólo ladrido quiebra la noche,
el mar quedó suspendido
y con mis labios cerrados,
sentada a la rivera de mi cama,
pensé en aquel que nunca escucha,
que su vida está en un silencio permanente
que no nace al abrir los ojos al sol,
compañero de vida
y del barullo de cada día.
Nací cuando había electricidad y adelantos mil
pero amé el silencio de ésta noche,
la paz que traía consigo
ésta oscuridad que a diario se ha producido,
y es que sin luz he valorado mí oído.

Shedar                                                        
                        



Corre, corre, corre ( Retahíla)

Corre, corre, corre
que te toco un brazo.
Corre, corre, corre
que te pillo y te abrazo.
Corre, corre, corre
saltando en un pié.
Corre, corre, corre
que te toco el peroné.
Corre,  corre, corre
que te toco un hombro.
Corre, corre, corre
que te pillo y te nombro.
Corre, corre, corre
que te toco la rodilla.
Corre, corre, corre
que te hago una zancadilla.
Corre, corre, corre
que toco tu cintura.
Corre, corre, corre
que te beso criatura.
Corre, corre, corre
Que no te libras de mí


Shedar                                          
                                  



Un nuevo sobrino (Ignacio)

Qué  alegría!!!  un nuevo sobrino aumenta la  familia, muchos preparativos para su llegada, muy lindo, blanquito, gordito, con una mirada especial, muy despierto, inquieto, con una inteligencia diferente…como que  le nacía del corazón. Lo tome en mis brazos, al mirarme sentía que sabía que pensaba, con el tiempo… creció… es ahora un joven guapo, han cambiado sus ojos,  tiene un parecido más a su madre en los rasgos de su carita, ahora esta... alto, delgado, muy deportista, amoroso, atento, cariñoso, sensible, extrovertido,  inteligente…conquista el corazón de todos, siento mi niño querido que... sabes que te amo, gracias por tu alegría y disposición…


Shedar