sábado, 4 de febrero de 2017

GRACIAS SIEMPRE Y POR SIEMPRE

Se aprieta el pecho,
arden inevitablemente los ojos
que no pueden retener
las miles de lágrimas.
No alcanza la palabra gracias,
por el titánico trabajo realizado.
Agradecer, decirles gracias,
es lo más que puedo decir,
Pero dentro de mí siento
que no es suficiente.
Salvar de las llamas a un país
ha sido colosal labor,
pues con tanto valor y arrojo
han permitido que un país
se vuelva a levantar
cual ave fénix, casi literalmente.
¡Gracias por los bosques!
¡Gracias por los animales!
¡Gracias por las personas!
¡Gracias por los hogares salvados!
¡Gracias por recuperar el aire!
¡Gracias por la tierra!
¡Gracias por existir!
Ustedes grandiosos seres humanos,
así como la gente de mi Chile,
tienen un espíritu enorme,
un alma que nos ilumina
llenándonos de luz.
Haciendo este país muy especial,
demostrando al mundo
que somos grandiosos seres,
más allá de la riqueza o pobreza,
de cada quien. ¡Viva mi Chile!
Con el dolor de tres brigadistas,
dos bomberos y seis civiles , bosques,
animales que no pudieron escapar,
el alma y su sombra llora las perdidas


Shedar            









BENJAMÍN, EL NIÑO DE LA BANDERA

Mi bandera flamea por senderos de fuego,
en manos de un pequeño niño, Benjamín,
con su pequeño pero gran corazón lleno de felicidad,
por la reconstrucción de su pueblo Santa Olga,
llenando los caminos devastados, ahora de tricolor,
había salvado su bandera de las llamas cual búfalos
en feroz carrera bufaban ante sus ojos.
Su corazón sabe distinguir el valor de la vida de lo material,
ama a su abuelo con su alma, que también perdió
todo como él, pide justicia, pues destruyeron
su ambiente, su hogar, su colegio, como de sus amigos,
familiares y vecinos.
Orgullosa su familia, pues por sí sólo, con este gesto,
conmovió los corazones de millones de chilenos.

Shedar                    



ME VUELVO

Me vuelvo bruma cada amanecer,
para cubrirte todo con mi piel
que se ajusta a la tuya con suavidad.
Me vuelvo brisa antesala del sol,
estremeciendo cada fibra de tu ser
y rozo tus oídos diciéndote te amo.
Me vuelvo tiempo, deteniéndolo
con el atardecer, que ya no me importa
si le falta arena al reloj.
Me vuelvo luna, de noche, para abrazarte,
besarte todo, ahogarte con besos,
acariciando cada espacio de tu piel,
Me vuelvo... lo que tú quieras,
que sólo estoy esperando que llegue el día
en que mis labios si te hayan acariciado.
Volviéndote loco de amor.

Shedar