Se aprieta
el pecho,
arden
inevitablemente los ojos
que no
pueden retener
las miles de
lágrimas.
No alcanza
la palabra gracias,
por el
titánico trabajo realizado.
Agradecer,
decirles gracias,
es lo más que
puedo decir,
Pero dentro
de mí siento
que no es
suficiente.
Salvar de
las llamas a un país
ha sido
colosal labor,
pues con
tanto valor y arrojo
han
permitido que un país
se vuelva a
levantar
cual ave
fénix, casi literalmente.
¡Gracias por
los bosques!
¡Gracias por
los animales!
¡Gracias por
las personas!
¡Gracias por
los hogares salvados!
¡Gracias por
recuperar el aire!
¡Gracias por
la tierra!
¡Gracias por
existir!
Ustedes grandiosos
seres humanos,
así como la
gente de mi Chile,
tienen un
espíritu enorme,
un alma que
nos ilumina
llenándonos de
luz.
Haciendo
este país muy especial,
demostrando al
mundo
que somos
grandiosos seres,
más allá de
la riqueza o pobreza,
de cada quien.
¡Viva mi Chile!
Con el dolor
de tres brigadistas,
dos bomberos
y seis civiles , bosques,
el alma y su sombra llora las perdidas
Shedar