Mi bandera
flamea por senderos de fuego,
en manos de
un pequeño niño, Benjamín,
con su
pequeño pero gran corazón lleno de felicidad,
por la
reconstrucción de su pueblo Santa Olga,
llenando los
caminos devastados, ahora de tricolor,
había
salvado su bandera de las llamas cual búfalos
en feroz
carrera bufaban ante sus ojos.
Su corazón
sabe distinguir el valor de la vida de lo material,
ama a su
abuelo con su alma, que también perdió
todo como
él, pide justicia, pues destruyeron
su ambiente,
su hogar, su colegio, como de sus amigos,
familiares y vecinos.
Orgullosa su
familia, pues por sí sólo, con este gesto,
conmovió los
corazones de millones de chilenos.
Shedar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.