Siempre fui un poco sola,
retraída.
Como todos
al nacer y al morir,
estamos
solos.
Muchas veces
contemplo el cielo
siempre en
silencio,
gimiendo
la tristeza
de mi alma,
que vaga en
la oscura noche,
buscando los
ojos de la luna.
esquiva,
que esta
noche tampoco te llamará en la oscuridad
silente,
espero poder escuchar los susurros del viento
que me hablan de ti
y navego,
divago,
impregnada
de tus silencios,
melancólica
mi piel
mataba la luz del día
y las sombras de la noche,
lloro
abandonada a los pies de un árbol,
desprotegida,
vagabunda mi alma
destinada al dolor,
intentando
vivir tu ausencia en el vacío.
Te quiero mi
alma solitaria
cuando lloro
por ti,
mi alma
aprovecha para dibujar tus recuerdos.
Inquietud,
saboreando tenerte y no tenerte