Hombre callado, trabajador,
día a día se
presentaba sin fallar,
recorriendo
largas distancias.
Sus ojos
observaban el paisaje
valorando la
sencillez y belleza
de las
calles a pesar de su cansancio,
siempre
elevando por cielo
peticiones a
Dios, develando su alma,
esperanzada,
llena de amor y fortaleza.
También dejaba
entrever al escribirse
con amigas
distantes que necesitaba
para sí, un
amor, abrazos y compañía
que sin duda
quería que pronto llegara
aquella que
llenara sus noches , sus días,
sus
instantes, mientras sus brazos esperan
que ese momento
llegue.
El solitario
trabajador con la noche a cuestas
te espera
para amarte.
Shedar
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.