Mis ojos
buscaron la colina
por sendas
polvorientas
ansiosos de
ver el mar
y escuchar su
canto tras la arboleda,
mi fatigado
rostro, agradecía la sublime
naturaleza,
que muchos miran y no ven,
como si
estuvieran dentro de un sueño vaporoso,
que no te ha
permitido verme.
Hoy, arrugas
de mi rostro hablan
de mi
esfuerzo por vivir, todos estos años míos,
pero ahora ya
te perdí.
Mi corazón
vulnerable en solitario,
que ni
arropándolo de recuerdos anestesiados,
ya no tiene
tiempo de florecer, ni siquiera
porque la
primavera se acerca.
Shedar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.