Vivíamos en ese tiempo con mi familia en una enorme casa antigua, con once dormitorios, dos cocinas, dos baños, dos patios, uno de tierra al fondo y otro con baldosas pequeñas y rectangulares en el primero, una gran galería con ventanas pequeñas, y con doble puerta de entrada, sus techos altos, y todo de dimensiones muy amplias, nadábamos dentro de ellas, allí comencé…
Recuerdo, fueron mis primeras meditaciones, con menos de una veintena de años encima, cuando ya recibida mi primera iniciación y mi mantra, el que no puedo revelar realizando la séptima práctica de ésta, recostada sobre mi cama comencé a sentir una sensación de suspensión muy especial, extraña y abrí los ojos en calma total, silencio en casa, miro y veo el techo de mi dormitorio a unos 5 cm de mi rostro, me sorprendí, pero no me asusté, vuelvo la cabeza para mirar hacia abajo, y veo mi cama, pierdo la concentración, me voy hacia abajo, casi de un viaje pero no sé como logré bajar la velocidad y prácticamente planear horizontalmente, hasta quedar nuevamente sobre mi cama. No sin alguna aprensión, al día siguiente volví a meditar, volviendo a ocurrir lo que se llama levitación, sucedió esto las tres veces que lo volví a realizar, pero dominando cada vez más, la velocidad al descender y dejé de practicar por…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.