Morí
tres veces
de
dolorosa ausencia,
volviendo
a nacer
entre
sombras silenciosas,
cual
noche fría,
de
luna diluida,
mezcla
de nostalgia y soledad.
Buscándote
todas las horas,
al
morir el atardecer,
cuando
el horizonte cierra sus brazos
y
sus ojos enrojecidos.
Desde
una estrella me has saludado,
y
morí por tercera vez.
Shedar
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.