Caminaba, de
pronto una nube me seguía,
la miré, me
detuve e hizo lo propio sobre mí,
de pronto
sentí en mi corazón que estabas allí,
escuché tus
palabras de siempre, diciéndome,
que no me
has dejado de amar, que aún ahora,
me amas más
que ayer, el silencio todo invadía.
Rodaron abundantes
lágrimas por mis mejillas,
sintiendo que en ellas no cabía este sentimiento,
y lloraste
sobre mí.
Shedar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.