Cual viento
en frescas ráfagas,
entré en los
recovecos de tu alma
llenándola
de nuevos bríos,
y se
acoplaron ambas, acurrucadas
por el
arrullo de mi mar y tu río.
Quedó de
pronto a la intemperie
abandonada,
muriendo triste,lento
y lejana,
escuchando el grito del cielo
cuando tus
ojos se cerraron,
a cambio de
no sentir dolor,
los míos
ardían nublados y húmedos
porque ya te
extrañaba mi alma,
que hacia ti
correr ya no podía
en frescas
ráfagas de viento y
en tu pecho
suspirar, pero no pude
cerrar mis
ojos junto a ti.
Shedar
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.