Cuando la penumbra ha cubierto mi
vida
sin respetar ni al sol ni a la luna,
me encuentro rogándole al amor
que lave mis ojos con gotas de besos,
llevándose mi tristeza por tú partida.
Cuando la penumbra ha cubierto mi
vida
y mi alma en silencio agoniza,
me encuentro rogándole al amor
con mis manos vacías y extendidas,
le diga a mi alma ¡por qué ha sido
vencida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.