Cada noche antes de dormir conversaba con Dios, hacia meses que lo sentía a mi lado y algo de su presencia vislumbraba, así como una suave luz al costado de mi cabecera, mantenía la paz interior y proseguía mi conversación con Él. Una noche acerqué mí mano para tocarlo, pero no lo logré y seguí conversándole, así transcurrieron unos dos meses más, una noche… me acuesto y le digo que estoy allí para conversarle, lo veo algo mas claramente, como una luz que se sienta a la orilla de mí cama, se inclina hacia mí y me acaricia la cabeza, una absoluta paz en el silencio reinante, no sé cuanto rato pasé así pero me duermo sin conversarle, al día siguiente, pienso en ello, desde que despierto me sintí perdonada y agradecí su misericordia y sus bendiciones…
Genevieve dijo:
ResponderEliminar3 DE ENERO DE 2012 A LAS 05:40
Toda una bella visión, necesitaba ese perdón quizá...
Muy hermoso y sublime poema...
Un abrazo..
Ruby Ojeda dijo:
ResponderEliminar3 DE ENERO DE 2012 A LAS 12:35
Es un bello microrelato. Así es el amor de Dios, eterno. Un abrazo amiga y feliz 2012
Marea dijo:
ResponderEliminar3 DE ENERO DE 2012 A LAS 12:44
Sueño o no.. es muy hermoso el sentimiento que prodyce..
Un abrazo y Feliz año!
Jose Monnin elpoeta dijo:
ResponderEliminar3 DE ENERO DE 2012 A LAS 13:07
Muy bello el poema amiga.
éxutos para este 2012
Edmundo Rodriguez dijo:
ResponderEliminar3 DE ENERO DE 2012 A LAS 17:12
No cabe ninguna duda ,
somos el aliento de Dios ,
y ahi en el corazón vive .
Abrazo .