Hermoso, como todo en la naturaleza el cielo amenazante de sábado nos anunciaba lo esperado, comenzó a llover y por alguna extraña razón surge desde las tripas, sopaipillas, ¡sopaipillas!,¡ grandiosa idea!... Que se pone rápidamente en marcha, juntan los elementos y la bisabuela hace la masa, mientras amasa, la bisnieta impaciente pide su pedacito para hacer las de ella con figuritas, rápidamente, las trabajadoras manos ya cansaditas de la bis de blanco pelito, amasa y estira, buscan el molde que les gusta para cortarla y dar forma, a lo que sus anhelantes tripitas exigían, la nieta más allá tiene listo el aceite muy caliente y comienza a freír, chirrea el amarillo liquido en el sartén, mientras tanto en una olla la chancaca caliente brindaba su aroma junto a las especias, genial la pequeña disfrutaba de estos momentos familiares y por la fritura se la hacia salir de la cocina… Y por fin, entre probadas de sopaipillas y sentarnos a conversar sobre historias de cocina y escuchar el hermoso canto de la lluvia, nacieron a la mesa las sopaipillas pasadas en chancaca, delicioso manjar que deleitamos con un humeante café, luego los suspiros de satisfacción y afuera la lluvia fiel acompañante de nostalgias durmientes y emociones…
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
Agradezco sinceramente y de corazón que leas mi blog y comentes, es un premio para mí.Un abrazo y con el va mi corazón.