Sin miedo

Hoy también y como cada día, ya de noche me puse el pijama y me senté en la cama tapándome hasta la cintura acomodé los cojines en mí espalda, estiré las piernas y tomé el libro para continuar la lectura dejada la noche anterior,tal vez era una novela rosa,no lo recuerdo bien, pero, leía recién unos minutos, no más de tres…Cuando miro hacia  un lado de la cama y veo dos brazos extendidos hacia mí, eran dos brazos de luz que nacían de un cuerpo también  blanco de brillante luz como no existe aquí en la tierra, imposible  de explicar con palabras, lo miro largamente con mucha tranquilidad, como suspendida en el tiempo.Entonces ocurrió lo increíble, una de las manos, se acerca a mí  y me toma del pijama, por el centro del pecho,como pellizcando el género, levantándose éste, como en un cono de unos ocho cm y dando un pequeño tironcillo, con firmeza, decisión y suave , muy suave me llevaba flotando, hacia su  brillante pecho, no sentía miedo y al  ir entrando pensé que saldría por la espalda, pero no ocurrió así, después de unos instantes, no sé cuantos, como que el tiempo no existía... Dentro todo era blanco de luz muy brillante y trataba de ver;había como un camino también de  brillante luz y a ambos costados de el, muchas personas, dentro todo era blanco de luz muy brillante y le pregunté…¿Es el cielo? Sí, me respondió y volví a preguntar ¿Eres Dios ?...Y me volvió a decir que sí, sus respuestas iban a mí corazón, y a mí mente que le escuchaba y vivía estos momentos a plenitud, con un gozo indescriptible y dije… Señor…No quiero volver, ¡que ocurrencia!...Y en unos instantes regresé a mí cama…Sé que Dios, me entendió, más me enseñó a no temer y a creer en Él, en su amor, así dulce y suavemente.

Al volver, sabía que había estado despierta que no era un sueño, mí rostro húmedo de emocionadas lágrimas de amor, de paz inmensas las sequé suavemente con mis manos, dejé el libro en el velador...Y apagué la luz…

Shedar