Le encantaban los árboles, la música tranquila romántica con contenido, los bosques de delgados y altos troncos frondosos que le permitieran apoyar su espalda y abrazarlos.
Se sentaba a los pies de uno que amaba mucho, por su majestuosidad, allí leía y meditaba siempre que podía y arrancar de la ciudad…no estaba tan lejos… pero de difícil acceso, era un refugio de vida y de recuperación de su paz y armonía.
Soñaba con edificar su casa allí, sencilla pero con comodidades, que por su ventana entrara el aire fresco de la mañana y ver el agua caer en invierno, con la chimenea encendida y un buen café, que cuando llegara el atardecer su nana acercara su sillón favorito, para escribir historias, sin que nadie interrumpiera sus pensamientos, siempre le gusto el silencio y la tranquilidad… ahora escuchaba el canto de los pájaros al amanecer, serían su despertador natural, en ocasiones despertaría cuando la bruma tapaba las copas de los árboles y se extasiaría con tan espléndido paisaje, así quería vivir y pasear abrazada… alguna tarde…
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Gracias pór comentar en mi blog, me da ánimos para seguir escribiendo, un abrazo
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