Traedme esta noche

Traedme noche, 
su rostro tímido

que viene a mí, 
como ecos a la  memoria.

Que la noche me recuerde 
el tono de su piel,

la noche me traerá sus manos, 
su risa, su mirada suave,

y el dedo que llevas a la boca, 
que mí memoria atesora, 
sintiéndole, profundamente, 
con voluptuosa intensidad.

Su rostro tomé entre mis manos 
y le bese los ojos
que con ternura me miraban. 
¡Bendita la noche! 
que  trae a mi mente esos ecos de verle 
y tenerle tan cerca, 
su recuerdo me estremece 
pero tengo la dicha de pensarle 
y volar a su pecho tibio que me cobija 
y me abraza, porque sin él saber, 
le amaré también esta noche

¡Traedme  oscuridad y silencio… 
los ecos de su amor!
Que en su pecho descansando estoy. 
Traedme noche...

Shedar.