Caminos

Sentada como copiloto, iba extasiada mirando delante de ella el camino que devoraba el vehículo sin compasión, la formación de altos álamos a ambos costados  eran la perfecta obra de un eximio pintor, siempre que viajaba…deseaba que durara mucho más, le apenaba que el camino quedara truncado…era un deseo de viajar, pero de no llegar, su vista se extendía lejos, le agradaban los  sin fin del paisaje, en el que sus ojos perdían los límites.

La naturaleza ofrecía siempre, esa majestuosidad que la emocionaba profundamente, conmoviendo su corazón…

El  piloto del auto…se detuvo a orillas de un riachuelo de alegre y cantarina voz. Se sentaron en la hierba fresca y fragante, un cercano bosquecillo fue silencioso testigo de su amor.

Shedar